El salmorejo es una deliciosa crema espesa que se toma fría lo que la hace ideal para estos calurosos días de verano. Aunque la receta es cordobesa yo la he aprendido de mis hijas. La receta original se prepara majando todos los ingredientes en un mortero con mucha paciencia, pero yo opto por ayudarnos con una batidora o robot de cocina. Espero que os guste tanto como a nosotros y que la disfrutéis este verano. Es un entrante perfecto.
RECETA
Ingredientes para 6 personas:
- 1 kg. de tomates
- 200 gr. de pan de hogaza
- 250 gr. de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- Sal
- Huevo duro
- Jamón
Preparación:
Para hacer el salmorejo, tenemos que ir mezclando los ingredientes paso a paso para así conseguir la textura perfecta. Comenzamos lavando los tomates, pelándolos y triturándolos.
En un bol colocamos el pan y lo cubrimos con el puré de tomate dejando que se impregne durante unos diez minutos. Pasado ese tiempo, incorporamos el diente de ajo. Como el tema del ajo es muy personal yo prefiero poner solo medio y le retiro la parte central, de esa forma no repite. Si a todos los comensales les gusta el ajo podéis ponerlo entero quitándole la parte central.
A continuación lo trituramos bien con la batidora y conseguimos una crema espesa de pan y tomate. Esta proporción de pan queda estupenda para esta textura, pero podéis variarla en función del agua que tengan los tomates que utilicéis y de lo consistente que sea la miga.
A continuación incorporamos el aceite de oliva virgen. Utilizad un buen aceite de oliva virgen para conseguir la emulsión perfecta y un resultado cremoso y espeso.
Tras echar el aceite volvemos a utilizar la batidora y paciencia hasta que nuestro salmorejo sea uniforme, con un bonito color anaranjado y suficientemente compacto como para aguantar sobre su superficie los tradicionales tropezones de huevo duro y jamón con los que se decora cada ración. Lo ideal es dejarlo un rato en la nevera y servirlo frío.
Listo y a disfrutar!!
¡Ñam, ñam! 😋
Un abrazo.
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