Esta es una tarta muy fácil de preparar y que queda espectacular. La base se hace con masa quebrada que  podemos hacerla nosotros mismos o comprarla ya preparada. También podéis optar por una masa rápida se trata de mezclar todos los ingredientes a la vez, estirarla directamente sin reposo y hornear. Queda deliciosa y fue perfecta para celebrar el 25 cumpleaños de una de mis hijas. Es una tarta de las de triunfar!!

Espero que os guste.

RECETA

Ingredientes:

1. – Masa quebrada
2. – Crema pastelera
3. – Almíbar
4. – 150 gr de fresas
5. – 150 gr de plátanos

 Para la masa quebrada:

1. – 150 gr de harina floja o de repostería
2. – 75 gr de mantequilla cortada en dados
3. – 1 huevo
4. – 50 gr de azúcar glas
5. – 1 pizca de sal

 Para la crema pastelera:

1.  – 250 cc de leche
2. – 2 yemas de huevos XL
3. – 60 gr de azúcar
4. – 1 cucharadas de azúcar avainillado
5. – 25 gr de maicena

 Para el almíbar:

1. – 40 cc de agua
2. – 40 gr de azúcar

 Preparación:

En un bol ponemos la harina tamizada junto con la mantequilla fría y mezclamos con los dedos hasta conseguir una textura tipo galleta desmenuzada. De esta forma lo que intentamos conseguir, es que la mantequilla atrape al gluten de la harina y lo aísle de los ingredientes húmedos. El gluten en contacto con ingredientes líquidos aporta elasticidad a la masa y justamente por eso intentamos impermeabilizarlo con la mantequilla, para que nuestra masa adquiera un punto crujiente.

Una vez tengamos la harina mezclada con la mantequilla, añadimos el resto de ingredientes, el azúcar, el huevo y una pizca de sal. Continuamos trabajando la masa con los dedos, pero evitaremos trabajarla en exceso, justo que quede todo ligado y podamos hacer una bola con ella.

Dejamos la bola en el mismo bol y la tapamos con papel film dejamos que repose en la nevera durante una hora aproximadamente.

Pasado este tiempo colocamos nuestra masa en una superficie ligeramente enharinada, la aplanamos con la mano y seguidamente pasamos el rodillo dándole la forma del molde que vayamos a usar. Pasamos la masa estirada al molde con cuidado para que no se rompa. Ajustamos la masa a las paredes del molde y apretamos suavemente para que se ajuste bien. Retiramos el exceso de masa pasando el rodillo por encima del molde y pinchamos la superficie con un tenedor. A continuación ponemos sobre la masa papel de horno y algún tipo de legumbre (garbanzos por ejemplo) de forma que tenga peso. Horneamos a 180º hasta que esté dorada (10-15 min). 

Mientras se hornea la base podemos ir preparando la crema pastelera. En un cazo ponemos a hervir la leche con el azúcar avainillado, cuando rompa a hervir lo apartamos. En un bol batimos las yemas de huevo con el azúcar, cuando esté bien unido añadimos la maicena y seguimos mezclando hasta que tengamos una masa homogénea. Volvemos a poner la leche al fuego medio-bajo y añadimos la masa sin dejar de remover para que espese poco a poco y nos nos queden grumos. La dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de colocarla sobre la masa quebrada.

Cuando la masa esté lista la sacamos del horno y la dejamos enfriar. Una vez fría extendemos por encima la crema pastelera.

Preparamos el almíbar llevando a ebullición el agua removiendo bien y cuando esté líquido lo apartamos del fuego y lo dejamos enfriar.

Preparamos la fruta lavándola, pelándola (en su caso) y la cortamos. Las fresas por la mitad y los plátanos en rodajas y las vamos colocando por encima de la crema pastelera.

Para terminar pintamos las frutas con el almíbar para que queden brillantes. Guardamos la tarta en la nevera hasta el momento de servirla.

Listo!!

A disfrutar!!